Tengo osteoporosis, ¿puedo ir al dentista?
- By Dr. Lorenzo Ángel Esteban Pellicer
- 25 oct 2016
- 1 Min. de lectura
La osteoporosis es una enfermedad muy común, que se acentúa con la edad.
En pacientes sanos, existe un balance en la remodelación ósea entre la actividad osteoclástica y osteoblástica, esto es, entre la reabsorción y aposición ósea. Cuando esta remodelación está alterada por una mayor reabsorción ósea por medio de los osteoclastos, se producirá una menor densidad ósea, conocida como osteoporosis.
Esta menor densidad de hueso, generará fracturas óseas con más facilidad de lo habitual, pudiendo alterar de forma importante el día a día de quien las sufra.

El tratamiento farmacológico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante bifosfonatos. Los bifosfonatos reducirán el poder de reabsorción ósea de los osteoclastos, por lo que se producirá una menor remodelación ósea y una mayor densidad en los huesos.

Pero como todos los fármacos, tiene sus efectos adversos.
El más importante es el de las lesiones ulcerosas por osteonecrosis de los maxilares que puede producir. Los bifosfonatos inhiben la angiogénesis y la liberación de factores de crecimiento como el VEGF, claves para la remodelación tisular y regeneración ósea y mucosa.
Es por ello, que cualquier traumatismo en la cavidad oral, ya sea una simple extracción, o una herida en la encía, puede provocar esta necrosis ósea.
Su tratamiento es complejo, pero actualmente, mediante el uso de plasma rico en factores de crecimiento, de forma autóloga, biocompatible y segura, parece tener buen pronóstico.
No obstante, los pacientes que tomen bifosfonatos, deben extremar su higiene oral y consultar a su dentista, ya que cualquier mínima lesión puede desencadenar una osteonecrosis.
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